
La lucha contra el cáncer no es sólo una guerra contra la célula maligna, sino también contra el decaimiento del estado de ánimo del enfermo. Caída de pelo, hinchazón por culpa de los agresivos medicamentos, cicatrices antiestéticas y también extirpaciones que pueden provocar depresión en el paciente, por sentirse distinto, feo o transformado. Para dar un paso más allá en esta batalla, un colectivo de diseñadores finlandeses ha creado la marca Monokini 2.0, que pretende crear bellos bañadores y prendas íntimas para mujeres que se han enfrentado a una mastectomía. Porque el cuerpo de toda mujer es hermoso, incluso con cicatrices. Y porque la enfermedad siempre podrá combatirse mejor con belleza y con confianza.










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