La artista Desirée Glanville convierte el cuerpo femenino en una hermosa visión repetitiva basada en un patrón matemático.

Un fractal es un objeto geométrico que se repite infinitamente a distintas escalas, como cuando nos situamos entre dos espejos y nos vemos clonados hasta desaparecer.
A pesar de que el término fue propuesto por el matemático Benoît Mandelbrot en 1975, es en la naturaleza donde encontramos los mejores y más bellos ejemplos de este patrón: un copo de nieve ampliado por un microscopio, las hojas de helecho o las caracolas marinas crecen multiplicándose a sí mismas en forma de espectáculo visual.
El cuerpo humano también puede ser representado como un fractal. Eso es lo que ha llevado a cabo la artista Desirée Glanville, tomando como referencia los genitales femeninos y su misteriosa anatomía repetitiva. En sus ilustraciones digitales vemos curvas, vaginas, ovarios y senos reinterpretados con este patrón caleidoscópico, y el resultado parece conectarnos con la dimensión divina de la naturaleza.
La simetría y la ingeniería anatómica del cuerpo de una mujer escapa a los patrones de la geometría clásica. Glanville parece susurrarnos que ese es el motivo de la fascinación humana por su belleza: lo aparentemente inexplicable contiene en realidad una dimensión matemática que sólo necesitaba ser vista entre dos espejos.










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