
Justo al comienzo de La Haine (El Odio), la película de Mathieu Kassovitz, una voz en off nos pone en situación narrando la escena de una caída al vacío como metáfora de la trayectoria que mejor describe el prolapso de nuestra sociedad en materia de valores. “Es la historia de un hombre que cae desde un edificio de cincuenta pisos”, nos cuenta esa voz. “Para tranquilizarse mientras cae al vacío, cada vez que deja atrás un piso, el hombre no para de decirse: hasta ahora todo va bien, hasta ahora todo va bien, hasta ahora todo va bien... Pero lo importante no es la caída. Es el aterrizaje”.
No sabemos si Ravshaniya habrá visto El Odio, pero observando su obra queda claro que esa parábola de Kassovitz no significa nada para ella: en su mundo de apariencias, lo importante es la caída. O siendo aún más precisos: a Ravshaniya lo que le interesa es la antesala de la caída, o el segundo en que se inicia, ese preciso instante en el que un cuerpo aún se balancea intentando lograr un equilibrio imposibleque parece desafiar las leyes de la gravedad.
Esta fotógrafa procedente de Uzbekistán recurre a la manipulación digital para crear escenas que son todo fachada. Sus fotos son ficciones artificiosas en las que mujeres y hombres se muestran serenos o sonríen ante la idea de caerse de bruces o dar con su cosquillar contra el suelo. Aquí no existe el miedo a caer: las modelos parecen disfrutar de sus vuelos.
Obviamente hay truco. Uno se imagina los hilos que sostienen esos libros o esas flores en mitad de la estancia, las colchonetas que evitarán que los cuerpos se magullen, los arneses o las sillas que ayudan a crear la sensación de que esa gente está suspendida en el aire. Sabemos que hay trampa, pero no vemos rastros del engaño. Todo ha sido convenientemente manipulado para crear una sensación de realismo que, al menos durante un par de segundos, desafía a los sentidos.
Son solo un par de segundos, y sin embargo, son suficientes para que nos de tiempo a preguntarnos: ¿cuántas veces habrá que caer para aprender a volar? #livebeautifully















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