Adobe convocó un concurso en que estudiantes británicos debían reinterpretar grandes obras de arte occidental. ¡Ojo! sin Photoshop
Hay un arte eterno. Cuadros que se han instalado en nuestra retina y que se repiten de vez en cuando como una buena canción.
Si los homenajes caseros a las grandes melodías se traducen en cantinelas bajo la ducha o en tarareos mientras realizamos trabajos domésticos, ¿cómo serían las odas actuales a las grandes obras del arte Occidental? Está claro: serían fotos.
A través del proyecto Remake, Adobe instó a estudiantes del Reino Unido a realizar versiones vivenciales de sus cuadros preferidos sin utilizar el retoque digital: es decir, nada de Photoshop. El lema del concurso era claro: “Todo el trabajo ocurre antes de la foto, no después”.
El resultado fueron un montón de reinterpretaciones interesantes: desde una versión skater del matrimonio “American Gotic” de Grant Wood (1930) hasta una pasmosa copia del autorretrato de Vincent Van Gogh (1889). Sin embargo, el mejor fruto de este concurso fue la recolección de ejemplos de eso tan difícil de ver llamado "amor al arte".
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