¿Y si la historia más surrealista y terrorífica de Kafka se volviera realidad, y un día nosotros nos despertáramos un poco menos humanos?
Imaginad: cabeza de mariposa, alas de cucaracha, cuerpo de árbol, piernas de pulpo, ojos de mosca, dedos como gusanos que se arrastran buscando un poco de tierra mojada, y ese corazón, sin embargo, que late humanamente escondido bajo todos nuestros caparazones.
¿Y qué ocurriría si la naturaleza entrara en nosotros, como nosotros entramos en la naturaleza?.
Quizá eso es lo que se preguntó el joven artista francés Fabien Merellecuando decidió comenzar a dibujar esta serie de cuerpos que no son suyos, incrustados de la manera más violenta en sus articulaciones. Con un poco de mirada de Kafka y otro poco de actitud infantil, Merelle relata su autobiografía a veces desde el dibujo y también desde la autobiografía. La tinta china se vuelve sangre y la arcilla se vuelve piel, pero el interior de sus entrañas siempre es el mismo, y está caliente.
¿Y si un día abriéramos los ojos, y el mundo tal y como lo conocíamos se hubiera desvanecido? ¿Y si un día saliéramos a la calle y los árboles nos hablaran? ¿Y si por casualidad, al mirar nuestras manos, encontráramos nidos de pájaros y pétalos de salvajes flores?
Menos mal que tenemos el arte de Fabien Merelle para descubrirlo. Pero el mundo real… ¿que se quede como está?
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